LETY - ¿Es...estás seguro?
FERNANDO - Por supuesto. Estoy más seguro que nunca. Yo te prometí que cuando me liberara de ese compromiso absurdo compartiríamos nuestras vidas, y creo que este es un buen momento para empezar... no quiero pasar ni un segundo más separado de ti.
L (angustiada) - Pero... pero...
F - Me imagino qué es lo que te preocupa... Yo sé que por un tiempo no voy a poder hacer nada, pero tengo mis ahorros y estoy seguro de que podré darte la vida que te mereces...
L - No... no pensaba en eso sino... ¿qué voy a decirles a mis papás?
F (pensando) - Bueno... ellos saben que veniste acá a trabajar, ¿no? (Lety asintió con la cabeza y él continuó con la idea) Pues entonces diles que sigues trabajando... solo tendrías que decirles que te cambiaste a otro sitio y darles el teléfono...
L (interrumpiéndolo) - No Fernando... eso no puedo hacerlo. Ya me he sentido mal por demasiado tiempo por no poder decir la verdad sobre FilmoImagen... Y nunca podría mentirles sobre esto, es una decisión demasiado importante...
F (poniéndose triste) - Sí, tienes razón. A veces olvido que tú sí tienes el amor y la confianza de tus padres... Tendremos que pensar la mejor manera de darles la noticia...
Lety se sentó en la cama para abrazarlo, al recordar las confesiones que él le hizo en Cuernavaca, y le dijo:
- Sí... tenemos que pensar en eso... pero tranquilízate, que no creo que sea bueno para tu salud que te pongas así...
Una lágrima cayó por la mejilla de Fernando, y Lety de inmediato se la limpió con un beso...
F - Mi Lety... eres tan buena... No sé si te merezco... te hice tanto daño...
L (sollozando) - Y yo también te hice daño cuando entregué el balance real y confesé todo... Lo he estado pensando y no debería haberte metido en un problema así...
F - No... tú hiciste lo correcto... En primer lugar, yo no debería haberte pedido que maquillaras el primer balance... tendría que haber confesado todo, antes de que mis padres terminaran de decepcionarse de mí...
L - ¿Por qué dices eso?
F - Es que tú no sabes lo que pasó después de que saliste de esa junta... (empieza a llorar de nuevo) Mi padre dijo que se avergonzaba de mí... que me desconocía como hijo...
L - Ya te dije que no pienses en eso... en este momento sólo tienes que pensar en recuperarte...
F - ¡Es que no puedo más! Tengo que decirte todo, porque al mencionar FilmoImagen me hiciste pensar que tal vez estoy haciendo mal y que te estoy presionando de nuevo...
L - ¿De qué hablas?
F - ¿Recuerdas la carta que dejaste, con la que se suponía que devolvías FilmoImagen para que Conceptos se liberara del embargo?
L - Sí...
F - Pues... un abogado la revisó y al parecer no sirve para eso... No entendí mucho, pero mi papá quería que te encontrara para que hablaras con él y que buscaran una solución...
L - ¿Y entonces? ¿Tú crees que yo debería ir a verlo?
F - ¿La verdad? Yo quisiera que te quedaras conmigo... pero... yo sé que tú quieres hacer lo correcto... aunque eso signifique dejarme solo aquí...
L - Nunca te haría eso. Además, no sabemos si en realidad yo tengo que irme... Tú dices que no entendiste bien, así que tal vez solo necesito redactar algún otro documento... o nombrar un representante legal...
F - Sí Lety... como siempre, tienes razón...
L - Bueno... pues vamos a hacer algo... dime si estás de acuerdo...
F - Yo aceptaré todo lo que tú digas...
L - Primero, hay que conseguir una casa... lo más importante es que tú tengas un lugar donde puedas recuperarte. Y después... pues llamo a tu papá, le pido que me comunique con el abogado y entonces ya decido lo que voy a hacer con el problema de Conceptos...
F - Me parece bien... y te agradezco que te sigas preocupando por ese problema que yo te causé...
L - Lo causamos los dos... y ahora tendremos que solucionarlo juntos...
Fernando seguía sollozando, pero parecía más tranquilo después de haberle confesado todo lo que había ocurrido después de que ella dejara Conceptos... Y lo mejor de todo es que ella seguía abrazándolo, así que le preguntó:
- ¿Entonces sí quieres que sigamos juntos?
L - Sí mi amor... ya que estamos diciéndonos la verdad, tengo que confesarte que no puedo vivir sin ti... Estos días en que pensé que tú no me querías fueron los más horribles de mi vida...
F - Pues entonces vamos a buscar una casa para los dos, y después haremos lo que tú dices... y claro, también tenemos que pensar cómo vamos a decir a tus papás lo de nosotros...
L (recordando de repente) - Hay otra cosa que quiero decirte...
F - ¿Qué cosa?
L - Pues que... no quisiera dejar mi trabajo con Doña Carolina. Ella se porto muy bien cuando... bueno, cuando quise alejarme de Conceptos, y no se me hace justo botarle el trabajo ahora...
F - Pero... bueno... tal vez si yo hablara con ella nos entendería... Es una de las mujeres más comprensivas que conozco...
L - Pues sí... pero además tienes que pensar en que tenemos que trabajar. La renta de la casa no va a ser gratis... y por ahora tú no puedes volver a Conceptos.
F (poniéndose serio) - Nunca voy a volver a Conceptos... presenté mi renuncia después de que tú te fuiste...
L - Creo que todavía tenemos que hablar mucho sobre lo que pasó ahí... pero no ahora porque veo que te angustias cada vez que tocamos el tema...
F - Sí, tengo que contarte todo... Y tienes razón, no tengo derecho a pedirte que dejes tu trabajo... Pero de cualquier modo, hay que hablar con Caro porque tú ya no vas a vivir en el hotel, ¿no?
L - Sí... hablaré con ella hoy mismo...
Entonces Lety le dio un beso en la frente y lo abrazó más fuerte... Fernando había vuelto a animarse al pensar que a pesar de todo Lety había aceptado vivir con él, y una sonrisa pícara iluminó su cara...
L - ¿En qué piensas ahora?
F - En que... me encantaría poder hacer realidad el sueño que tuve, pero... creo que no voy a poder en un buen tiempo...
L - ¿Y crees que podrás esperar? Recuerda lo que dijo el doctor... tal vez en tres semanas puedas empezar la rehabilitación, y en cuanto estés recuperado...
F (sorprendido) - ¡Picarona! tú también soñaste con eso, ¿verdad?
L (ruborizándose) - Sí... soñé que tú y yo... bueno...
F - Mi amor... espero que muy pronto podamos hacerlo realidad pero... ¿por lo pronto te bastará con mis besos?
L - Sólo si me das uno ahora...