Capítulo 3 - URGENCIAS
Aunque no quisiera reconocerlo, Lety estaba muy preocupada por Don Fernando, que no dejaba de quejarse. Por eso manejó rapidísimo para llegar al hospital, que estaba a unas 10 cuadras de ahí, y llegó en muy pocos minutos... En cuanto se detuvo gritó pidiendo ayuda, por lo que salió un camillero y llevó a Fernando a Urgencias...
Mientras tanto, Marcia llegaba al bar. Vio la mancha de sangre en la entrada y se preocupó, así que entró corriendo a buscar a Fernando.
El barman se imaginó quién era ella... su rostro se veía tan alterado como su voz al teléfono. En ese momento recordó el comentario de Fer de que lo mataría si lo veía con Lety, y decidió encubrirlo.
MARCIA - Disculpe... ¿usted sabe dónde puedo encontrar a Fernando Mendiola? Llamé hace un rato a su celular y me dijeron que estaba herido o algo...
BARMAN - Sí señorita, yo fui quien le contestó... pero como él dijo que se sentía mejor, se subió a su carro y se fue...
M - ¿Pero cómo es posible que lo dejara irse? Él ha estado tomando desde que salió de México... En la tarde que le llamé ya se oía bastante "alegre".
B - Discúlpeme señorita... si un cliente me dice que se siente bien, yo no puedo hacer nada. A mí me pagan por servirles, no por cuidarlos...
M - No, pues en eso tiene razón... ¿No le dijo a donde iba?
B - Lo oí decir algo de que quería dormir... De seguro se fue a su hotel...
M - Pero ¿a cuál? aquí en Acapulco hay miles !!!
El barman solo movió la cabeza negando y entonces Marcia salió.
Mientras tanto, una enfermera entregaba a Lety la ropa y artículos personales de Fernando, ya que le habían puesto una bata del hospital para poder atenderlo.
Ella salió a dejar las cosas en la cajuela del auto, pero luego pensó que tal vez necesitarían dinero para pagar en el hospital (ella no llevaba nada ya que había salido con Aldo y él nunca le permitía pagar nada) y se puso a revisar el saco para ver si encontraba la cartera.
Al meter la mano en la bolsa interior sintió un papel. Era una servilleta que tenía algo escrito, y no pudo evitar la curiosidad de leerla:
SOLO DIOS SABE CUANTO LA AMO LETY, SOLO DIOS SABE...
Lety no lo podía creer... ¡él realmente la amaba! Su corazón le decía que esa era la verdad, pero su mente le decía que tal vez era otra trampa...
Entonces revisó la bolsa del pantalón y encontró la cartera, y la abrió para revisar que tuviera efectivo... y lo primero que vio fue ¡SU FOTO! Sí, una de esas fotos que ella se tomó cuando entró a trabajar en Conceptos...
Esta vez ya no tenía dudas... en su cabeza sólo oía una frase: ¡FERNANDO ME AMA! en verdad me ama !!!
Su cara estaba llena de luz y felicidad, pero entonces se le acercó un doctor preguntando:
- ¿Usted viene con el paciente golpeado?
L - Sí... ¿cómo sigue?