Lety se fue tan rápido que no se dio cuenta de que alguien iba siguiéndola en una moto...
Se trataba de Aldo, quien se dio cuenta de que Lety había estado distinta todo el día. Normalmente Lety se veía triste y callada, pero ahora se veía radiante... Se habían pasado todo el día en ensayos y estudios fotográficos, pero Lety se la había pasado bromeando con las concursantes de Nuestra Belleza y hasta permitió que Alex (el fotógrafo del concurso) la maquillara y le tomara una foto con todas...
A pesar de que había conocido a Lety hace apenas unos días, Aldo estaba convencido de que se había enamorado de ella. Desde que murió su esposa no se había sentido atraído por nadie, y Lety le había gustado porque siempre estaba dispuesta a escucharlo... Él necesitaba a una mujer que lo mirara con adoración, y estaba convencido de que Lety era esa mujer... Sí, ahora decía que seguía amando al tal Fernando Mendiola... pero él la había lastimado y sería fácil sacárselo del corazón... y cuando lo consiguiera entonces haría con ella lo que quisiera.
El taxi de Lety se detuvo frente al hospital, y Lety entró corriendo al área de Urgencias, donde ya la estaba esperando Martha. Aldo buscó donde parar su moto y entró a buscarla, pero no la encontró en la sala de espera... Entonces decidió que mejor le preguntaría cuando volviera a verla, y se fue de ahí...
El horario de visitas había terminado hace mucho, pero el doctor Valencia dejó un pase autorizando que Lety se quedara a cuidar a Fernando... y por eso estaba esperándola Martha, que de nuevo la acompañó hasta el cuarto, les dio las buenas noches y luego los dejó solos, imaginándose que la pareja tendría mucho de qué hablar.
Fernando se alegró mucho al ver llegar a Lety. El día le había parecido larguísimo ahí acostado, sin nada que hacer... Él que ha sido hiperactivo desde niño no soportaba la idea de tener que estar inmóvil... y no le quedaba otro remedio porque cualquier esfuerzo le causaba dolor.
FERNANDO - Lety !!! al fin llegaste... te extrañé muchísimo !!!
LETY - Yo también lo extrañé... pero hoy tuvimos muchísimo trabajo y no pude escaparme antes...
F (fijándose en su cara) - Pero... mi Lety... ¿qué te hiciste hoy que te ves diferente?
Lety recordó que no se había quitado el maquillaje después de las fotos... señaló su cara y dijo:
- ¿Esto? Ahh, es que las muchachas me convencieron de que tenía que salir en una foto con todas, y el fotógrafo dijo que no podía tomarme sin maquillaje... ¿le gusta?
F - Se te ve muy bien... pero tú siempre has sido bella.
L - Por favor Don Fernando, no me mienta... Puedo creerle que me quiere, pero no que me ve bella...
F - Pues es la verdad... para mí eres la mujer más hermosa del mundo.
Lety se sorprendió por estas palabras, ya que nunca hubiera creído que él la viera así... Metió la mano en su bolsa para sacar algo, diciendo:
- ¿Por eso es que lleva mi foto en su cartera?
F - Ahhh, ¿también viste eso? Pues sí... hace mucho yo me rob... no, tomé prestada esta foto de tu expediente de Conceptos, y la he tenido todo el tiempo conmigo. Es que no sabes lo largos que me parecían los fines de semana sin poderte ver...
L - Anoche la saqué para ver si traía dinero, por si necesitaba pagar algo aquí en el hospital... ¡pero lo primero que vi fue la foto! Y no sabe cómo me asusté... ¡me veo horrible en esa foto!
F - No es verdad Lety... acércate para que te demuestre lo bella que eres.
Lety no pudo resistir la invitación, así que se acercó a besarlo... Esta vez fue un beso lleno de ternura... lento... suave... Fernando acariciaba sus cejas, su nariz, las orejas... y cuando sus labios se despegaban (apenas unos segundos) él le decía "te quiero", "me encantas", "te adoro", "te amo" ...y cosas así.
Hubieran podido seguir así por siempre, pero entró una enfermera (una nueva, ya que había terminado el turno de Martha) y los regañó...
ENFERMERA - ¿Pero qué hacen? ¡Que no sabe que el señor tiene que descansar!
L (nerviosa) - Esteeeee... yo... yo....
F - Disculpe señorita, pero no había visto a mi Lety en todo el día y estábamos saludándonos.
E - Pues aquí van a tener que portarse bien... ¡este es un hospital decente!
La enfermera se veía muy graciosa, ya que al tiempo que elevó la voz puso una cara horrible... por lo que Fernando tuvo que aguantarse la risa para decir:
- Pero no se enoje. Yo sé muy bien dónde estoy... créamelo. Y mis costillas también lo saben.
E - Pues entonces compórtense. (Volteó a ver a Lety y le dijo) Señorita... el doctor autorizó que usted se quedara aquí, así que puede quedarse en ese sillón (señalando al fondo del cuarto)
F (haciendo puchero) - Pero... eso está demasiado lejos... Yo necesito sentirla cerca de mí.
E (cediendo) - Está bien... señorita, ¿puede ayudarme a mover el sillón aquí al lado de la cama? No vaya a ser que le dé un ataque a su novio...
Lety se levantó y entre las dos movieron el sillón, dejándolo a un lado de la cama. Quedaba mucho más abajo, pero aún sentada ahí alcanzaría a tomarle la mano a Fernando...
E - Será mejor que se duerman o le avisaré al doctor. Buenas noches tortolitos...
L - Buenas noches... y gracias...
La enfermera salió y Fernando preguntó...
F - Lety... ¿podrías decirme por qué toda la gente que trabaja aquí dice que somos novios? Cada vez que venía alguna de las enfermeras me preguntaban por ti...
L - Es que... yo... bueno... no se me ocurrió otra forma para que me permitieran quedarme y me dieran información cuando lo estaban atendiendo... Como solo es para los familiares...
F - ¿Pues sabes qué? Yo me emocioné muchísimo cada vez que te decían así... y he estado pensando... Lety, ¿quieres ser mi novia?